Si algo es innegable, es que la temporada navideña está llena de magia.
Las luces, los adornos, los colores y hasta las típicas películas de Navidad se juntan y conspiran para envolvernos a todos en su magia.
Esta vez quiero contarles de dos películas con las que vuelvo a sorprenderme cada vez que las veo:
La primera se llama Operación Regalo (Arthur Christmas en inglés) y la segunda es El Origen de los Guardianes (Rise of the Guardians).
Operación Regalo nos presenta una versión moderna de Santa Claus y adaptada a nuestra época: Santa recorre el mundo en microsegundos sobre una nave en forma de trineo, tiene un ejército de elfos que se encargan de todo lo relacionado a los regalos e incluso tiene una tablet con apps diseñadas exclusivamente para que cada Navidad sea un éxito. Los días de los renos quedaron ya muy atrás y desde el centro de control en el Polo Norte, Steve, su hijo, monitorea la misión mientras espera a que Santa se retire para tomar su lugar en la nave trineo y lejos, en un lugar donde no estorba ni puede hacer daño, está Arthur, el hijo menor y más torpe de Santa Claus: su trabajo es leer las cartas de los niños.
No les quiero contar todo, porque quiero que la vean (está en Netflix). Da risa, lloras, te ríes otra vez y tiene final feliz.
El Origen de los Guardianes (también en Netflix) es una historia sobre Santa Claus, el Hada de los Dientes, el Conejo de Pascua, el Hombre de los Sueños (Sandman) y Jack Frost. ¿Qué hacen todos estos personajes juntos en una película? El Hombre de la Luna los eligió para ser los guardianes de los niños contra el miedo y la oscuridad de Pitch Black, también conocido como el Coco (sí, ese que si no te duermes, vendrá y te comerá).
Cada uno de los guardianes tiene una misión específica:
Santa Claus (personificado por un cosaco ruso lleno de tatuajes) se encarga de cuidar que las personas no pierdan su capacidad de asombro.
El Conejo de Pascua se encarga de que cada Pascua sea un nuevo comienzo y de cuidar la esperanza que relacionamos con ella.
El Hada de los Dientes cuida, sí, nuestros dientes, pero más importante, cuida los recuerdos que cada diente caído representa.
Sandman cuida nuestros sueños y se encarga de que sean agradables.
Por último, Jack Frost es guardián de la diversión (y el guardián más importante aquí). Podría parecer algo insignificante, pero saber enfrentar las situaciones difíciles con humor y saber divertirnos incluso en los peores momentos para mí es algo bastante importante.
Sí, ya sé, se supone que no existe Santa Claus (ni los demás). Aun así, es mejor creer que mi capacidad de asombro, mis recuerdos, esperanza, sueños y diversión están asegurados mientras crea en estos guardianes.
Yo elijo creer.
(Y no olviden que Jesus is the reason for the season)
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